jueves, 4 de febrero de 2021

Encuadros 10: Andrew Wyeth

 


Este cuadro del pintor realista norteamericano Andrew Wyeth es una de sus obras más conocidas, y en ella representa a Christina Olson, quien padecía una enfermedad degenerativa. Christina tuvo la polio cuando era niña, razón por la cual sus piernas se deterioraron y perdió la capacidad de andar.

El momento que representó es verdaderamente sencillo de deducir, siendo uno en que Christina dejó su silla de ruedas para sentarse en la hierba, tratando de recorrer el camino hacia su casa arrastrándose con gran esfuerzo. Algo que, según parece, solía hacer con bastante frecuencia.

Por esto fue que Wyeth representó a la mujer tumbada en la hierba de lo que parece una colina sin árboles y mirando a lo lejos, hacia una casa gris y un granero que quedan verdaderamente alejados en el horizonte.

Aunque no se aprecie a simple vista, el detallismo y el cariño con que fue tratada la obra es exquisito. 

Se aprecia como Christina agarra la hierba con sus manos, haciendo fuerza para arrastrar todo el peso de su cuerpo. Además, podemos ser testigos de como todo el peso recae en la parte superior de su cuerpo, pues se apoya sobre una de sus manos.

En cambio, la parte inferior de su cuerpo, sus piernas, se perciben ligeras, sin posibilidad de ejercer movimiento. Están en el suelo, carentes de movimiento, lo que se contrapone a la fuerza ejercida por la parte superior.

 La vivienda que aparece plasmada en el cuadro no es otra que la propia casa de verano de Wyeth, desde cuya ventana pudo ver en una ocasión a la mujer, escena que sin duda tuvo que llamar la atención del artista hasta el punto de convertirla en protagonista.

No obstante, aunque la apariencia de Christina Olson en el cuadro es de una muchacha joven, se sabe al comparar la fecha del cuadro con la del nacimiento de Christina que en el momento de la elaboración contaba realmente con 55 años. Por esta razón, el pintor no la utilizó a ella como modelo, sino a su propia mujer, Betsy Wyeth.


 "El mundo de Christina" muestra que se encuentra en el mismo mundo físico que nosotros pero, sin embargo, debido a sus mermadas capacidades físicas, parece vivir en un mundo completamente diferente.

 Para ella, los pocos metros que la distancian de la vivienda se convierten en kilómetros, en una verdadera lucha.


En estos momentos se encuentra en el MOMA de Nueva York.


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