Algunas muy difíciles....escogeré la estrella para el árbol de Navidad hecha con purpurina y rollos de papel higiénico. Bueno, voy a ir guardando a partir de ahora. Nos quedaría preciosa la clase bien decorada ¿no creéis?
Alguna vez...antes de entrar al colegio te has fijado en los medallones que hay en la fachada. Son unos personajes importantes en su época 1918 pero tú....¿sabes quien son?
¿Sabes quién fue Goya?
Goya fue un pintor que nació en Fuendetodos en la provincia de Zaragoza en 1746 .Hace casi 300 años (272 años para ser exactos) Podéis ir a visitar su casa natal y también su museo de grabados.O si lo que os apetece es dar un paseo por los campos os podéis hacer una ruta por los neveros que rodean al pueblo y así podréis imaginar cómo jugaba de niño Francisco de Goya.
Fue uno de los grandes precursores de la pintura contemporánea sobre todo del expresionismo.Por ello se le considera un maestro en la historia del arte. Lo contrataron en la Real Fábrica de tapices y alli muestra imágenes costumbristas y también lo hicieron pintor de cámara retratando así a reyes y nobleza.
Pero, con los años, su obra se vuelve más madura y más crítica mostrando los desastres de la Guerra de la Independencia.
Despertó polémica con algunos de sus cuadros como La maja desnuda o el levantamiento del 2 de mayo. La mayor parte de su obra se encuentra en el museo del Prado en Madrid y en el Museo de Louvre en Paris.
Se fue a vivir a Burdeos a su casa "La quinta del sordo" donde siguió trabajando y evolucionando como pintor. Hasta su muerte en 1828.
A los mitos no se los toca. Y si encima han sido héroes… Uno puede amar a Zaragoza pero para ello no es necesario ensalzar leyendas que crecen sobre las vísceras de los sentimientos primarios. Eso es lo que ocurre con el capitán general Palafox. A su nombre tiene calle, plaza, cine, monumento, palacio y un largo etcétera de lugares y enclaves que le recuerdan. La ciudad se rinde ante uno de sus grandes personajes, y se rinde a partir de unos hechos históricos que acontecieron entre 1808 y 1809, en el marco de la Guerra de la Independencia. Porque si es cierto, la ciudad resistió con coraje y valor el asedio de las tropas francesas, pero lo hizo a costa de hipotecar el futuro con muerte, desolación, enfermedad, hambre… En 1805, Zaragoza era la segunda –o tercera, pero en igualdad de condiciones– ciudad española en cuanto a relevancia y población. El censo efectuado por aquel entonces señalaba que en la capital del Ebro vivían 48.000 personas. Tras los sitios en la Guerra de la Independencia, fallecieron intramuros 54.000 almas, cifra que algunas fuentes incluso elevan a 70.000 u 80.000. Es decir, murieron más personas de las que vivían. No es que fallen los datos, sino que un número destacable de aragoneses se refugió en la capital ante el asedio francés en la región, provocado por la decisión de Palafox de concentrar las tropas en la capital convirtiéndola en un fortín. La ciudad quedó destruida, asolada. Y aunque todo aquello ocurrió a comienzos del siglo XIX, posiblemente el mundo no vio nada semejante hasta la Segunda Guerra Mundial, el conflicto bélico más brutal que jamás haya existido. La batalla en Zaragoza tuvo el mismo nivel de muerte y locura que lo ocurrido más de cien años después en –por ejemplo– Stalingrado.