jueves, 19 de mayo de 2016

Gastrocuento 3 by Hector Peñuela

Erase una vez un señor pobre que miraba siempre por todo a ver si conseguía algo para venderlo y un día se encontró un tenedor.
A la semana siguiente un delantal y después un colador. Y lo vendíó y sacó dinero para comprarse comida.




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