jueves, 17 de mayo de 2018

La relajación de la luz...

Muchas veces, hay que aprender a parar y estar tranquilos sin hacer NADA.
Os propongo realizar hoy la relajación de la luz
Busca tu postura más cómoda.
Espalda recta. Cabeza alineada con la columna.
Cierra los ojos.
Inspira profundamente, relajando el abdomen. Retén el aire 3 segundos y exhálalo lentamente. Repítela varias veces.
Sólo debes concentrarte en la respiración.
Ahora intenta visualizar que lo que entra por tus fosas nasales es luz, una luz blanca,brillante, suave y tranquilizadora.
Siente como te va llenando por dentro y como llega a todos los rincones de tu interior.
A medida que esta luz va ocupando tu ser, desplaza la negatividad, el estrés, la angustia, la tristeza, las tensiones y los miedos acumulados, que no tienen más remedio que salir de ti, con cada exhalación.
Imagínalo como humo negro que te estaba contaminando.
A medida que tu cuerpo se va llenando de esa luz, vas notando como te vas relajando más y más.
Primero los pies, que se relajan completamente, las piernas, la cadera, la espalda, los hombros, los brazos, las manos…la luz llega hasta el cuello y te invade toda la cabeza.
Relajas el cuero cabelludo, la mandíbula…tómate tu tiempo
Pensamientos de todo tipo, intentarán apoderarse de ti…simplemente vuelve a la respiración.
Notas como poco a poco tu cuerpo se llena de esa luz, hasta que no cabe más, y comienzas a exhalarla…inspiras luz, exhalas luz, inspiras luz, exhalas luz…hazlo lenta y apaciblemente.
Continúa unos minutos hasta que hayas conseguido relajarte por completo.
Disfruta de este momento de paz, de serenidad, de quietud.
Cuando estés preparado/a ya puedes regresar..
Ves moviéndote lentamente, si quieres te puedes desperezar, dejando en ti esa sensación de paz, de descanso y de armonía.

A la vez puedes poner musiquita relajante: Inspira, expira, siente,....




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